CPCC. César Isaías VILCA ACHATA, Coordinador Provincial SAN ROMÁN - PUNO, GANA PERÚ.

08 mayo 2011

Pensión 65 para las madres

La mayoría de mujeres del Perú son luchadoras, muchas de ellas son jefas de familia, siendo madre y padre a la vez. Hacen las labores domésticas, cooperan en el comedor popular y además trabajan para sustentar a sus hijos. Sin embargo, el Estado de estos tiempos no les reconoce su derecho a una pensión de vejez.

Es el caso de Alejandrina (94), quien se casó allá por la década del 30 del siglo pasado, tuvo cuatro hijos, pero fue abandonada por su esposo quien fundó otra familia. Lavando y planchando ropa ajena, cocinando y vendiendo lo que se podía logró dar Educación y alimento a sus hijos y sacarlos adelante. Contó con la solidaridad de familiares que le dieron vivienda, hasta que sus hijos crecieron y empezaron a trabajar desde muy jóvenes para poder ayudar a mamá.

Pasaron los años, los hijos se casaron, tuvieron a su vez hijos y luego envejecieron. Ya no podían darle las mismas comodidades a su madre como cuando llegaron a la plenitud de su vida laboral. Hoy, los cuatro están jubilados y reciben pensiones muy bajas y ayuda de sus hijos. Haciendo un esfuerzo mantienen hasta hoy a su madre, que necesita medicinas y cuidados de enfermera.

Alejandrina no tiene pensión, ni seguro médico, y solo cuenta con el apoyo de sus hijos y algunos nietos. Ella, que se sacrificó porque sus hijos fueran hombres de bien y sirvan a la sociedad, no tiene ningún reconocimiento del Estado. Pasa sus últimos días viviendo de la caridad familiar. Sin embargo, Alejandrina goza del cuidado de sus hoy también ancianos hijos, pues si no fuera así estaría a lo mejor en las calles. Y ese es el drama de cientos de miles de peruanas que fueron madres, amas de casa, o empleadas domésticas y que hoy, en su vejez, no tienen ingresos.

Pensión 65
Es para ellas y para todos los adultos mayores de 65 años que no pudieron aportar a la seguridad social, a pesar de haber trabajado muy duro para salir adelante, que Gana Perú, recogiendo la bandera de la Asociación Nacional de Adultos Mayores del Perú (Anamper), ha diseñado un programa de pensiones no contributivas de 250 soles mensuales que, sin ser una gran cantidad de dinero, servirá de gran ayuda para los ancianos sin ingresos.

Éste será el pilar básico del nuevo sistema de pensiones que impulsará Ollanta Humala, de llegar al poder. Otros dos pilares serán contributivos, diseñados para aquellos trabajadores que teniendo un empleo productivo y con derechos pueden realizar aportes.

La idea central es recuperar la solidaridad y la universalidad de la seguridad social peruana que fueron arrebatadas durante el gobierno Fujimorista en los noventa que primero congeló las pensiones y luego las convirtió en negocio a través de las AFP.

Mujeres sin pensión
Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), en el Perú viven 1 millón 700 mil adultos mayores de 65 años, de ellos, un poco más de la mitad son mujeres. Del total más de un millón 200 mil peruanas y peruanos no tienen protección social ni ingresos. Es decir, la mayor parte de los ancianos en el Perú no tienen una pensión y de ellos la mayoría son mujeres, madres, amas de casa que van a ver por fin un reconocimiento de la sociedad a su labor cuando se ponga en funcionamiento el programa Pensión 65, en el marco de una reforma integral del sistema pensionario en el país.

No obstante, aquellos que actualmente se benefician con la desgracia de los ancianos, es decir los grupos económicos detrás de las AFP, que lucran con las comisiones que pagan los trabajadores, las más altas del mundo, no les conviene una reforma y han venido atacando Pensión 65 con toda la fuerza que les da tener el control del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y de su influencia en los medios de comunicación.

Como si se tratara de un Apocalipsis fiscal, han venido mintiendo, sembrado el temor en los trabajadores que cotizan en el Sistema Privado y Público de Pensiones, afirmando con mala leche que sus fondos serán usados para financiar dicho programa.

En realidad, Pensión 65 va a ser financiado con los ingresos fiscales, específicamente su fuente de financiamiento en el Presupuesto Público será los “recursos ordinarios”, es decir los impuestos que pagamos todos los peruanos.

El problema es que la presión tributaria hoy en día ronda el 15% del Producto Bruto Interno (PBI), es decir de cada 100 soles que se producen en el país, solo 15 van al tesoro público, lo que es insuficiente y no alcanza para garantizar una serie de derechos. Asimismo, los faenones de la corrupción también minan los recursos necesarios para alcanzar un poco de justicia social en el país.

El programa Pensión 65 se enmarca en un conjunto de reformas propuestas por Ollanta Humala, siendo una de las más importantes la reforma tributaria que apunta a elevar dicha presión a 19% del PBI, a través de controlar la evasión y elusión del pago de impuestos y cobrar lo justo a los que más ganan, en especial a las grandes empresas extranjeras. Del mismo modo, la lucha contra la impunidad permitirá recuperar una gran cantidad de recursos, ha explicado Ollanta.

Aunque de todas maneras la ejecución de Pensión 65 será progresiva y recién en el tercer año de gobierno estarán atendidos todos los ancianos sin pensión. El primer año se atenderán a los mayores de 75, el segundo año a los mayores de 70 y ya en el tercer año a todos los mayores de 65. Pero además el programa tendrá en consideración una priorización por género, esto es a las mujeres, en especial a las que participaron en los programas alimentarios de comedores populares, para que el próximo año puedan celebrar con dignidad su día.

Carlos Bedoya
Colaborador